Para la coalición ambiental del Valle de San Juan “esta agresión, que terminó con lesiones de consideración al padre Johnny Durán, a otro sacerdote y varios comunitarios, evidencia que las empresas mineras han decidido entrar en una nueva fase en sus malsanos propósitos, utilizando la represión y la violencia en contra de los que se oponen a sus planes”.
“La minera Barrick Gold está produciendo desalojos abusivos y quiere pagarle “virutas” o “chiripas” por sus predios y plantaciones a los campesinos cotuisanos”-denuncia el Movimiento Suroeste Unido por el Agua y la Vida en una declaración de prensa firmada por Manuel Matos Pérez, Coordinador, el padre Santo Cabral Luciano, Víctor Ramón Piña Cámpora y Rubén Zabala Moreta.
Agregan que “ese acto de agresión del pasado miércoles ocho de enero, fue un episodio de cobardía, que amerita un enérgico rechazo de todo el pueblo dominicano.
Considera que es inaceptable “agredir a personas indefensas por parte de instituciones del Estado como la Policía y el Ejército de la República Dominicana, dejándose manejar por una empresa extranjera como la Barrick Gold”.
El Movimiento Suroeste Unido por el Agua y la Vida sostiene que “los desalojos proyectados, a los que se oponen los campesinos de Cotuí, contribuyen a ahondar la pobreza de la provincia Sánchez Ramírez, porque más de mil familias quedarán a la intemperie, desarraigadas de su medio de producción que por años ha sido la agricultura, la cual le ha servido de sustento”.
La entidad advierte que “la provincia de San Juan, como zona agrícola debe verse en ese espejo, ya que las compañías mineras utilizan el mismo lenguaje de la mentira y la represión para justificar sus acciones”.
“Advertimos al Valle de San Juan y todas las provincias del suroeste que las expropiaciones y los hechos violentos ocurridos en Cotuí son ejecutados por la empresa minera Barrick Gold, la cual es la misma empresa que está detrás de todas las compañías que tienen concesiones de exploración en la vertiente sur de la Cordillera Central y que pretenden contaminar el Río San Juan y todas las fuentes de agua de los embalses que surten el preciado líquido a todo el suroeste”.
“Respaldamos las declaraciones de repudio a esta agresión ofrecidas por la Conferencia del Episcopado Dominicano, por el clero de la Diócesis de la Vega junto a su Obispo, por instituciones ambientalistas y medios de comunicación de todo el país”-dice la organización ambientalista sanjuanera.
Finalmente, el Movimiento Suroeste Unido por el Agua y la Vida hace “un ferviente llamado al presidente de la República Luis Abinader Corona, a no permitir que la Cordillera Central, la zona de mayor producción de agua de todo el suroeste resulte afectada por las pretensiones de explotación minera de la GoldQuest y demás empresas extractivas, ya que el agua es un tesoro que vale más que el oro”.