Garry Conille, primer ministro de transición de Haití, exhortó a los efectivos de Kenya a respetar la dignidad de la ciudadanía.
“Nuestra historia con intervenciones extranjeras está llena de experiencias diferentes. Algunas aportaron estabilidad, pero otras violaron los derechos humanos por lo que estamos llenos de recuerdos dolorosos» expresó Conille.
Hay que trabajar en armonía con los haitianos, implementar los mecanismos de seguridad, pero conforme a la dignidad y el respeto de nuestro pueblo, para no repetir errores del pasado, pidió Conille durante una sesión en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la situación del país caribeño.
Un estudio realizado por la revista International Peacekeeping, reveló que más de dos mil mujeres en Haití, muchas de ellas menores de edad, sufrieron abusos sexuales de la Misión de la ONU para la Estabilización en Haití (Minustah) de 2004 a 2017.
Durante su estadía fueron concebidos alrededor de 265 niños entre soldados y féminas haitianas, y muchos de esos embarazos, fueron consecuencia de violaciones.
Los niños nacidos de esas relaciones, consentidas, pagadas o abusivas, son conocidos como los «petit minustah” o «bébés casques bleus” (bebés cascos azules, en español).
Incluso, reveló la investigación, que niñas de apenas 11 años fueron abusadas por los militares enviados por la ONU, en algunos casos a cambio de monedas o de un plato de comida.
Las denuncias involucraron directamente a soldados de distintos países, pero los más mencionados fueron los efectivos de Uruguay, Brasil, Chile y Argentina, en ese mismo orden.
«Niñas de 11 años fueron abusadas sexualmente y embarazadas por los Cascos Azules y dejadas en la miseria, donde tuvieron que criar solas a sus hijos”, recalcó el informe divulgado por Peacekeeping.
A través de los abusos no solo quedaron muchachas embarazadas, sino que muchas fueron contagiadas con el VIH/SIDA.
Otra de las polémicas que generó la presencia de tropas extranjeras en Haití está relacionada con un brote de cólera que se desató en 2010 y dejó más de nueve mil muertos.