La Unesco, el organismo rector de la educación, la ciencia y la cultura de las Naciones Unidas, publicó en Uruguay el reporte "Tecnología en la educación: ¿Una herramienta en los términos de quién?", un extenso documento de 435 páginas que promete provocar muchas discusiones entre los estrategas educativos en el mundo.
La Unesco aconsejó ayer a los gobiernos a reevaluar la presencia de las tecnologías digitales en las aulas, tales como los teléfonos móviles, a las cuales señala como potenciales entorpecedores del proceso educativo en los estudiantes.
La Unesco, el organismo rector de la educación, la ciencia y la cultura de las Naciones Unidas, publicó en Uruguay el reporte "Tecnología en la educación: ¿Una herramienta en los términos de quién?", un extenso documento de 435 páginas que promete provocar muchas discusiones entre los estrategas educativos en el mundo.
"La percepción de los docentes es que el uso de tabletas y teléfonos dificulta la gestión del aula. Más de uno de cada tres docentes de siete países participantes en el estudio de 2018 estaba de acuerdo con que el uso de las tecnologías digitales en las aulas distraía a los estudiantes. El aprendizaje en línea se basa en la capacidad del alumnado para autocontrolarse y puede aumentar el riesgo de que los estudiantes con malos resultados académicos y los más jóvenes pierdan el interés", agrega.
¿Prohibirlos o no?
El reporte no es conclusivo sobre si prohibir los móviles o no, pero se inclina a que sean restringidos en aquellos países donde no hay leyes claras sobre protección de datos, acoso en línea o planes educativos concretos para su uso, los cuales deben incluir preparación a los docentes. "El tiempo que los niños pasan frente a la pantalla ha aumentado. Según una encuesta realizada entre padres de niños de 3 a 8 años de Australia, China, los Estados Unidos, Italia y Suecia, acerca del tiempo que pasaban estos últimos frente a la pantalla, dicha exposición aumentó en 50 minutos durante la pandemia, tanto con fines educativos como por ocio. Este incremento de tiempo frente a la pantalla puede afectar negativamente al autocontrol y a la estabilidad emocional, y aumentar la ansiedad y la depresión", indica.
"Pocos países cuentan con una reglamentación estricta en este sentido. En China, el Ministerio de Educación limitó el uso de dispositivos digitales como herramientas educativas a un 30 % del tiempo de enseñanza global. Menos de uno de cada cuatro países cuenta con leyes que prohíban el uso de teléfonos inteligentes en las escuelas. Italia y los Estados Unidos han prohibido el uso de determinadas herramientas y redes sociales en estos centros. El ciberacoso y el abuso en línea rara vez se definen como delitos, pero pueden entrar en el ámbito de leyes vigentes, como la legislación sobre acoso en línea de Australia o sobre acoso sexual de Indonesia", añade.