Clase invertida: enfoque pedagógico para la era de la inteligencia artificial

 

La clase invertida, también conocida como flipped classroom en inglés, es una metodología pedagógica que consiste en invertir el orden de los procesos de enseñanza y aprendizaje tradicionales. 

En lugar de que el docente imparta la lección en clase y los estudiantes realicen tareas en casa, se hace lo contrario: los estudiantes estudian los contenidos en casa, a través de materiales previamente seleccionados por el docente (videos, lecturas, podcasts, etc.) y en el aula se realizan actividades prácticas para aplicar y profundizar en lo aprendido.

Esta es una oportunidad para aplicar un enfoque pedagógico innovador que promueve un aprendizaje activo y personalizado, y que fomenta la participación y el trabajo en equipo. Esta metodología se puede utilizar en cualquier asignatura, nivel o grado, adaptándola a las necesidades y características específicas de cada grupo de estudiantes.

En la clase invertida el docente tiene la oportunidad de guiar a los estudiantes en el análisis y discusión de la información presentada, fomentando su capacidad de reflexión crítica y análisis. Además, en la parte práctica de la clase, se pueden diseñar actividades que requieran la aplicación y transferencia de los conceptos aprendidos a situaciones reales, lo que fomenta la resolución de problemas y la creatividad.

Habilidades

Otra ventaja de la clase invertida es que puede ser una alternativa útil para evitar que los estudiantes se limiten a la información obtenida de la Inteligencia Artificial, ya que fomenta habilidades importantes que no pueden ser reemplazadas por la tecnología, como la reflexión crítica, el pensamiento creativo y la resolución de problemas.

En Unibe hay una trayectoria de muchos años con esta metodología de enseñanza. Durante la Jornada de Innovación Educativa de la universidad, en 2012, las profesoras Orieta Liriano y Jacquelín Rodríguez presentaron los resultados de su experiencia de investigación sobre la clase invertida aplicada a la enseñanza de matemáticas.

En esa ocasión compartieron el proceso de investigación e implementación de esta metodología, los resultados obtenidos y destacaron sus beneficios. Según una encuesta realizada a los estudiantes que participaron, el 71% afirmó que elegiría esta metodología para tomar otras asignaturas en el futuro. Desde esta experiencia, otros docentes de la universidad también han utilizado la estrategia de clase invertida con excelentes resultados.

• Promueve un aprendizaje activo. 

Los estudiantes son los protagonistas de su propio aprendizaje al estar en contacto directo con los

• Contenidos.

Esto les permite hacerse preguntas, explorar ideas y profundizar en el tema.

• Facilita la personalización del aprendizaje.

Al estudiar los contenidos por su cuenta, los estudiantes pueden avanzar a su propio ritmo, revisar el material tantas veces como sea necesario y centrarse en las áreas que les resulten más difíciles.

• Fomenta la participación y el trabajo en equipo.

En la clase invertida, el tiempo en clase se dedica a actividades colaborativas que fomentan la participación y la interacción social entre los estudiantes.

• Permite al docente ser más eficiente.

Al estar los contenidos pregrabados o previamente seleccionados, el docente puede dedicar más tiempo en clase a apoyar y guiar a los estudiantes, y a realizar actividades prácticas. Fuente:Listindiario 

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