La escasez a nivel mundial de la vacuna que ayuda a prevenir la enfermedad, así como la poca incidencia de los casos en el lado dominicano de la isla, dificultan a las autoridades de salud dominicana poder acceder al biológico.
Así lo explicó a Diario Libre el viceministro de Salud Colectiva, Eladio Pérez, al enfatizar en el interés que tiene Dominicana de poder administrar las vacunas, al menos en lugares con mayor vulnerabilidad.
Con ese interés se han acercado tanto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), así como con fabricantes.
“Nosotros pedimos apoyo y la OPS nos informó que no calificamos, porque la situación del país no cumple con los criterios de emergencia para acceder a la vacuna. Nos informan que también hay escasez mundial de la vacuna, que, si hubiera, nos podrían apoyar. También hablamos con la empresa que fabrica la vacuna y la respuesta fue la misma”, dijo el funcionario.
Aunque a la fecha solo se han reportado ocho positivos del cólera en el país, desde que se detectó un primero caso en octubre pasado, el viceministro señala lo bueno que sería poder aplicarla en la población vulnerable.
Pone como ejemplo los sectores que están alrededor del río Isabela, en el Distrito Nacional, afluente donde ya se detectó que está la bacteria que produce el cólera y en cuya margen, específicamente en el sector La Zurza, se presentan seis de los ocho positivos registrados a la fecha.
“Tener una vacuna para esa comunidad sería muy bueno, ya que las personas de la comunidad tienen hábitos de consumo de esas aguas, costumbres de décadas que es muy difícil que ellos dejen de hacer esas cosas por más que uno les diga”, señala Pérez.
Desde el Ministerio de Salud Pública se ha insistido en que no se utilicen las aguas del río Isabela con ningún fin debido a su alta contaminación. También que los comunitarios de La Zurza dejen de usar agua del balneario conocido como La Poza, localizada al lado del Isabela, pero todavía se observan personas usando dicho afluente.
Intervención en La Zurza
La referida barriada es objeto de una intervención interinstitucional que procura saneamiento de cañadas, limpieza de calles, disposición de agua potable y mecanismos de drenaje cloacal, así como asistencia médica y educativa para prevenir el cólera.
Según la define la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cólera es una enfermedad de la pobreza, estrechamente ligada al saneamiento deficiente y la falta de agua potable, situaciones que caracterizan al sector La Zurza, donde las autoridades han inventariado al menos unas 60 viviendas sin acceso a agua potable y sin sanitarios, por lo que descargan directamente al río o a las cañadas.
“Lo importante es que estamos ahí y le estamos dando todo para hacerlo bien. Agua, cloro, recoger la basura, médicos, hospital de campaña, antes que suceda la enfermedad. Y seguiremos ahí, repitiendo el discurso de autocuidado, higiene”.
Dado que la enfermedad del cólera se adquiere por la bacteria a través de la ingesta de alimentos, Salud Pública ha recalcado en su recomendación a la población de mantener limpieza constante de las manos, cocer bien los alimentos, beber agua potable y no verter desechos fecales al medio ambiente.
Sobre la vacuna
La vacuna contra el cólera se aplica en dos dosis con intervalos de no menos de siete días, y en pacientes vulnerables se recomiendo una dosis de refuerzo a los dos años. Está recomendada para adultos y niños desde los seis años de edad.
Sin la letalidad que le caracterizó en su primer año, el COVID-19 presenta en esta Navidad niveles de propagación similares a los que alcanzó en igual periodo de 2020, año que inició la pandemia en República Dominicana.Para el 22 de diciembre de este 2022, el reporte epidemiológico que emite el Ministerio de Salud Pública muestra una positividad de diaria de 25.36 % entre un total de 1,383 muestras procesadas, de las que resultaron 192 casos positivos a coronavirus.Sin embargo, la positividad acumulada a cuatro semanas, era de 13.59 %, un porcentaje similar al 13.20 % que reportaron el 22 de diciembre de 2020, dos años atrás.En aquella primera Navidad en pandemia que tuvieron los dominicanos, bajo medidas restrictivas de movilidad que impuso el Gobierno para controlar el contagio, el COVD-19 se dejaba sentir con un mayor impacto en la salud de las personas que todavía no se habían inoculado contra el virus.Para la misma fecha del 22 de diciembre, Salud Pública reportó 13 defunciones por esa enfermedad en apenas 24 horas, mientras las unidades de cuidados intensivos superaban en 50 % de la ocupación. Fuente: Diariolibre