En la sociedad existen muchos lugares que atesoran una gran riqueza, pero han pasado desapercibidos debido a la falta de promoción e iniciativas colectivas para sobresalir.
Las librerías son esos espacios maravillosos que desde la llegada de la tecnología son consideradas innecesarias o solo reductos para los románticos.
En República Dominicana, solo tres de las primeras ocho librerías fundadas en la Ciudad Colonial continúan vigentes, y se resisten a desaparecer a pesar de que sus ventas son prácticamente nulas, comparadas con otros tiempos, donde los libros físicos eran reliquias para los lectores. Con 54 años de existencia, la librería La Trinitaria, ubicada en la calle Arzobispo Noel, dedicada a salvaguardar y promover únicamente la literatura dominicana, es una de las que se niega a cerrar sus puertas.
Su administradora, Virtudes Uribe, dijo que la librería se mantiene en la actualidad porque el local es propio, no por las ventas de libros que son escasas.
“Los extranjeros son los más interesados en adquirir libros de la historia dominicana, pero el problema radica en que aquí te abren una escuela sin biblioteca y eso implica que no haya una motivación entre los estudiantes para leer ningún tipo de lectura”, expresó Uribe.
A la vez, contó que, si no hay interés en promover la importancia de la lectura, los interesados por los libros cada día serán menos.
La Librería Avante, ubicada en misma calle de La Trinitaria, tiene 43 años en el mercado, pero las ventas de obras de textos son igual de críticas que las demás.
Francisco José Valdés, dueño de Avante, al ser cuestionado por la cantidad de libros que sale de su estantería a diario, dijo que en República Dominicana “se lee muy poco”.
“No tengo datos estadísticos, pero puedo decir que en este en país, los lectores hay que rebuscarlos. En un día, nosotros vendemos alrededor de tres o cuatro libros y no los compran dominicanos, sino extranjeros”, respondió Valdés.
También, dijo que si fuera por las ventas de obras ya hubiesen cerrado, como lo hicieron las librerías América, La Nacional, y La Dominicana.
Para sobrevivir a la esfera digital y al desinterés por los libros físicos, se mantienen porque han desarrollado dos líneas propias que son agendas diseñadas en Italia con los datos de este país, así como la creación de materiales impresos para el sector educativo, de apoyo pedagógico para los maestros.
Librería la Filantrópica, orientada a las ventas de libros exclusivamente jurídicos, atraviesa la misma situación que las anteriores, sus ventas también son exiguas y la pandemia fue uno de los factores más influyentes para empeorar el escenario del comercio de compendios.
“El Paseo de la lectura”
Podría ser un lugar de ensueño, una de las guías y rutas más populares de Santo Domingo, y espectaculares para los amantes a los libros de cualquier género. Sin embargo, el Paseo de la Lectura es cualquier lugar con libros, pero sin lectores.
Este espacio, con más de 50 stands, solo tiene flujo de personas en temporadas específicas, como es el inicio del año escolar, después de esa fecha el vendedor se reinventa para mantenerse
“Nosotros somos un alivio para los padres que tienen hijos en las escuelas, a inicio del año escolar ellos vienen aquí por libros tanto usados como nuevos”, comentó María Rivera, una de las vendedoras del Paseo de la lectura.
El presidente de la Asociación de Libreros del Paseo de la Lectura, Antony Herrera, también argumentó que el Paseo es más de padres en busca de materiales para sus hijos. “Cuando pasan las compras de los útiles escolares, las ventas de libros son lentas, y eso te da un balance de que son muy pocos los que se interesan en leer”, agregó Herrera.
A pesar de la valoración negativa sobre las ventas de obras literarias, Herrera comentó que entre todos los libreros, venden al menos 100 millones de pesos al año.
Otros establecimientos
Cuesta Libro es la librería más grande y visitada hasta el momento en Santo Domingo, con una gran variedad de títulos, que van desde libros infantiles, literatura, crecimiento personal e historias, ubicados en áreas que agrupan las obras de un mismo género y diferentes autores. SDQ LEE, es una de las más recientes y con un toque más llamativo para los jóvenes que se detienen asombrados por encontrarse una librería en el pasillo de una plaza comercial de la ciudad.
Además de dedicarse a la venta de libros, utilizan el sistema de intercambios con un pago de diferencia razonable. Este método le ha permitido tener una mejor conexión con los lectores.
Unilibros, está ubicada en la zona universitaria, al principio estaba enfocada a la venta de libros para la educación superior, pero por la falta de estudiantes con interés de adquirir libros de su carrera decidieron integrar libros de todos los géneros literarios.
Los que le ha permitido tener una salida al mes de 800 a 1000 libros, donde los principales compradores son jóvenes que buscan el tipo de lectura que ofrece la proforma digital Wattpad.
Día de las librerías
Debido a la disminución de asistencia en las librerías, cada 11 de noviembre se celebra a nivel mundial el Día de la Librería, con el propósito de distinguir y visibilizar estos espacios culturales disponibles a todos aquellos que quieran expandir sus conocimientos en diferentes áreas del saber.
Esta fecha nació en España, y tras 10 ediciones se extendió por todo el mundo, bajo la idea de convocar una jornada festiva y de puertas abiertas para fomentar la imagen de las librerías como espacios cercanos, modernos y en continua evolución, para generar cultura, y crear comunidades en torno al libro y la lectura.
Además de resaltar la función social y cultural que estas llevan a cabo en la sociedad. Fuente: Listindiario