Ortiz ingresó al Salón de la Fama en su primer intento, en el que se enfrentó a Barry Bonds y Roger Clemens, quienes terminaron con más de un 75% de la votación a su favor, sin embargo, el dominicano de Los Medias Rojas de Boston se perfiló como el favorito para la exaltación.
No obstante, las dudas sobre su entrada al Salón de la Fama se dejaron sentir por el tema del supuesto dopaje del que se le acusó. Su único supuesto positivo por sustancias dopantes se remite a un estudio realizado en 2003 que se supone sería anónimo y cuyo fin era determinar si MLB debía instituir controles con regularidad.
El bateador designado presenta un promedio de por vida .286 y 541 jonrones, 10 veces seleccionado al Juego de Estrellas, encabezó un grupo de 13 debutantes en la votación, en el que también aparecen Alex Rodríguez, Jimmy Rollins, Ryan Howard y Tim Lincecum.