Santo Domingo, RD
El hallazgo fue hecho por el equipo de investigadores del Instituto de Medicina Tropical & Salud Global de la Universidad Iberoamericana (UNIBE) en muestras tomadas en noviembre del año pasado en pacientes que habían dado positivos al Covid-19, identificando la presencia de esas variantes del SARSCoV-2 circulando de manera comunitaria en la República Dominicana.
Los casos positivos de la variante del Reino Unido no tienen historia de haber estado en el exterior recientemente y se pudieron identificar en el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo.
Los detalles del hallazgo fueron ofrecidos a Listín Diario por el doctor Robert Paulino Ramírez, investigador y director del Instituto de Medicina Tropical & Salud Global de la Universidad Iberoamericana (UNIBE), al participar como invitado en la “Cita con el Covid” que transmite cada lunes a las 9:00 de la noche Listindiario.com, bajo la conducción de su director Miguel Franjul y la periodista Doris Pantaleón.
Paulino Ramírez explicó que fueron seleccionadas 222 muestras positivas del virus del Covid-19, que se tenían guardadas de pacientes diagnosticados en el instituto, de las cuales se analizaron 125, resultando 22 de ellas positivas a la variante del Reino Unido y otras a la de Brasil. De la de África, aunque se estudiaron, no se identificó ninguna. Anteriormente el mismo Instituto había identificado que el gen circulante en el país era el D614G.
Informó que los resultados de la investigación fueron remitidos dos semanas atrás al Ministerio de Salud Pública.
Dijo que en el país se está alimentando la pandemia con las medidas de apertura y fue enfático al señalar que urge que haya más vigilancia y control en la entrada de visitantes, exigiendo pruebas del virus a los que entran.
Entiende que el país, pese a que se está vacunando, debe seguir con las mismas medidas preventivas, e incluso reforzarlas, porque a más transmisión más mutaciones pueden aparecer.
Además informó que se está preocupado por la variante de interés del virus detectada en Nueva York que para ver si está presente en República Dominicana debido a la gran cantidad de dominicanos que viajaron al país con motivo de las festividades de Navidad y Año Nuevo.
Señaló que se hacen esfuerzos para seguir investigando para determinar si el virus registra variantes que sean propias de mutaciones criollas.
Dijo que el estudio no se limitó a identificar la B.1.1.7 sino también la B.1.351 (identificada en Sudáfrica), la P1 (identificada en Brasil), y discriminar en otros linajes virales que no fuese el D614G que había sido identificado por el equipo de IMTSAGUNIBE el año pasado y representa el efecto fundador de transmisión local.
“Esto nos dice que la introducción de esa variante muy probablemente estuvo relacionada con la activación del sector turístico, o visitantes provenientes de Europa que escaparon a los sistemas de vigilancia epidemiológica implementados en el país y estaban infectados con el virus”, expresó el investigador.
Señaló que los casos positivos para esa variante no tienen historia de haber estado en el exterior recientemente y se pudieron identificar en el Distrito Nacional, y el Gran Santo Domingo.
Dijo que también pudieron identificar la P.1 en muestras más recientes, “pero no pudimos identificar la B.1.351, estamos en fase de confirmar las mismas con los análisis genómicos correspondientes”, señaló el investigador.
Recordó que el IMTSAG-UNIBE ha estado trabajando en conjunto con las autoridades de salud en el procesamiento e investigación de la Covid-19 desde inicios de la pandemia.
“Estamos en la fase de secuenciar todas las muestras que hemos seleccionado del país en un acuerdo de colaboración internacional para explorar la dinámica del virus desde los meses de junio del 2020 cuando se realizaron las primeras secuencias del virus circulando en el país”, afirmó.
Tras los resultados del estudio, recomiendan la necesidad de reforzar los lineamientos señalados por el Ministerio de Salud y enfatizar en la campaña de vacunación siempre que las vacunas se encuentren disponibles.
Mantener todas las medidas preventivas (distancia física, uso de mascarillas e higiene de manos) hasta que se declare cerrada la pandemia y adoptar medidas más estrictas para restringir la circulación y actividades no esenciales de acuerdo con la situación epidemiológica y capacidad de servicio de cada provincia, en especial el Gran Santo Domingo y el Distrito Nacional, evaluadas semanalmente con criterios técnicos como tasas de ocupación de camas y aumento de pacientes, casos y muertes.
También recomiendan estrategias de comunicación para ampliar las medidas de mitigación y supresión, con la implementación inmediata de planes y campañas de comunicación con el fin de esclarecer a la población y reforzar la importancia de la vacunación y las medidas preventivas, especialmente el uso adecuado de mascarillas.
Fortalecer la vigilancia de la salud en su dimensión territorial e integrada con la Atención Primaria de Salud, con el objetivo de medidas de control y atención como son la detección precoz, con prueba y seguimiento de casos, así como la investigación de laboratorio (incluida la expansión de la vigilancia genómica en el país); aislamiento; cuarentena; búsqueda activa de casos sospechosos y confirmados.
Fortalecer las iniciativas de investigación sobre los impactos de las nuevas variantes en la circulación del virus y en la dinámica del agravamiento de la pandemia; creación de un sistema de vigilancia genómica que facilite el estudio y seguimiento de la variabilidad genética del SARS-CoV-2 y la protección del sector turismo desde regiones y países donde se encuentran circulando variantes en mayor proporción, figuran dentro de las recomendaciones de los investigadores.
Esto, explicó, porque si bien la secuenciación es el estándar de oro, no siempre se puede escalar o implementar inmediatamente en algunos entornos para detectar variantes cuando sus frecuencias son bajas.
Dijo que se descubrió que el ensayo Applied Biosystems TaqPath COVID-19 (ThermoFisher), una prueba de PCR, tiene una firma distintiva (falla de la diana del gen de pico, [SGTF]) cuando se prueban virus que contienen la deleción Δ69 / 70 HV, como el B.1.1. 7 variante detectada por primera vez en el Reino Unido.
Sin embargo, una muestra con un SGTF no es definitiva para B.1.1.7 y no puede detectar otras variantes preocupantes que carecen de la deleción Δ69 / 70 HV, como B.1.351 detectada en Sudáfrica y P.1 detectada recientemente en Brasil.
Al dar detalles de la metodología, Paulino Ramírez señaló que fue desarrollado un ensayo RT-qPCR multiplexado que puede detectar las tres variantes al dirigirse a la deleción Δ3675-3677 SGF en el gen ORF1a, que aún no se ha detectado ampliamente en otros linajes del SARS-CoV-2.
Además, al apuntar también a la deleción de HV Δ69 / 70 en el gen de la espiga, el ensayo puede diferenciar B.1.1.7 de B.1.351 y P.1.
Dijo que también incluyeron el conjunto de sonda y cebador CDC N1 en nuestro ensayo multiplexado como control para asegurar que las fallas en el objetivo probablemente se deban a la presencia de ORF1a y / o deleciones de picos y que hay suficiente ARN del virus para confirmar la secuenciación.
“ Nuestro ensayo RT-qPCR multiplexado se puede escalar rápidamente para respaldar la vigilancia de variantes del SARS-CoV-2. El objetivo de este análisis fue identificar la presencia específica de las variantes de interés: B.1.1.7 (501Y.V1), B.1.351 (501Y.V2), y P.1. (501Y.V3) en muestras clínicas referidas al laboratorio del IMTSAG durante el período noviembre 2020-febrero de 2021”.
Dijo que los resultados deben ser confirmados por secuenciación de próxima generación para poder comprender la dimensión de variabilidad/divergencia de los linajes que no son estándar y que las mismas serán remitidas a los laboratorios de Yale para análisis detallados en los próximos días.