Cuando un periodista de NBC News, cadena hermana de Telemundo, le recordó que estas son personas que creen que él está luchando en contra de un culto satánico de pedófilos y caníbales, el presidente respondió: “¿Se supone que eso es algo malo?”
Trump dijo que no sabía mucho acerca del movimiento QAnon y sus seguidores, “más allá de que sé que les agrado mucho, algo que aprecio. Pero no sé mucho del movimiento. He escuchado que está ganando popularidad”.
Según expertos y analistas el movimiento ha emergido como una especie de plataforma para comunidades que promueven falsas teorías conspirativas y tratamientos alternativos de salud. Pero en los últimos meses también ha ganado terreno en la política convencional.
Cuando se le preguntó a Trump si apoyaba la idea promovida por QAnon de que secretamente está tratando de salvar al mundo de un culto satánico de pedófilos y caníbales, él no rechazó la idea.
Trump tiene un extenso historial de promover conspiraciones falsas y a veces racistas. La semana pasada, por ejemplo, dio crédito a un artículo de opinión muy criticado que cuestionaba la elegibilidad de la demócrata Kamala Harris para ocupar el cargo de vicepresidenta, insinuando que no había nacido en Estados Unidos, a pesar de que nació en Oakland, California.
"Lo que hace la teoría de Qanon, en lo que respecta a su eficacia política, es que proporciona a los seguidores más fervientes de Trump una manera de explicar cualquier escándalo o error que pueda enfrentar el presidente", dijo Holt.