En una entrevista para el Listín Diario, el embajador Guiliani Cury dio amplios detalles del proceso de desarrollo de la vacuna y de los países inicialmente beneficiarios.
• Embajador Guiliani Cury, usted ha estado observando y escribiendo sobre el tema, díganos ¿Cuál es su opinión sobre lo acontecido?
No se la razón por la cual no queremos darnos cuenta de que la pandemia que enfrentamos es una crisis de una insospechada magnitud.
Estando en Londres, enero 2020, nos enteramos de lo que ocurrió en China y otros países de Asia. El tema me atrajo y comencé a leer y asistir a encuentros sobre este tema. Me fui formando una clara idea y seguí documentándome sobre las políticas que instrumentaban China, Corea del Sur y Singapur. Esos fueron los países exitosos. Escribí algunos artículos para nuestra prensa y recomendé que siguiéramos el ejemplo de esas naciones.
Era obvio que para combatir esta pandemia se necesitaba la cooperación internacional. Hice intentos y quise que se llevara una propuesta al Consejo de Seguridad de la ONU. Pero las divergencias en ese Consejo entre China y Estados Unidos impedirían cualquier iniciativa. Lo mismo ocurrió en otros escenarios por las diferencias de Estados Unidos con la Organización Mundial de la Salud (OMS). La ayuda internacional y bilateral hacia el mundo nunca apareció y cada cual tuvo que resolver con sus propios medios.
Nuestro país con los escasos recursos humanos y financieros adoptó políticas para combatir al COVID-19. Creo que lo hemos hecho bien. Nuestros médicos, en lo que se refiere a la fase del tratamiento, han sido muy efectivos y exitosos frente a los miles de fallecidos que diariamente ocurrían en los países ricos y de medicina avanzada. Eso ocurrió debido a que algunos de nuestros mejores médicos decidieron ensayar con algunos medicamentos. Tuvieron éxito y por ello es que tenemos una baja tasa de letalidad. Así como digo donde hemos sido muy buenos, debo decir donde hemos fallado.
Me hubiera gustado que desde el primero de marzo se hubiese declarado el estado de emergencia. Igualmente, que se hicieran más pruebas, con menos burocracia, más focalizadas y con un mayor rastreo. No fui, ni soy partidario de aperturas en el día y cierre en las noches. El COVID-19 es contagioso 24 horas al día. También a veces sentí falta de autoridad y falta de cooperación de mis conciudadanos. Pero siempre estuve consciente que las autoridades hacían lo posible. Se muy bien que una cosa es tocar guitarra y otra con violín. Por tanto, me imagino las dificultades que tuvo la Comisión de Alto Nivel en contra del virus en la instrumentación y operación de las medidas adoptadas por ellos.
Ese es el dilema, abrir o cerrar. A veces cuando uno no encuentra solución a un problema, debe hacer una pausa y ayudarse con las experiencias y sabidurías de otros. Eso hice y en semanas pasadas me encontré con unos artículos del afamado escritor Yuval Harari, quien es el autor del libro ‘’Sapiens’’. Su ensayo fue para mi tan refrescante como uno de esos baños que me doy en Villa Miriam, en las aguas del rio San Rafael.
Harari tocó temas cruciales sobre el porvenir inmediato de nuestro mundo, entre ellos el de la vigilancia biométrica y nuestra intimidad. Pero el tema que ahora nos atañe es sobre su enfoque en como derrotar este virus.
Harari indica que solo hay dos formas de lograrlo. Una de ellas es un cierre completo donde el gobierno debe ejercer toda su autoridad y castigar a quienes no la cumplen. Es una modalidad donde se implanta una vigilancia autoritaria con un apoderamiento a la ciudadanía. Es decir, un cierre de la economía donde se aplica mano dura y disciplina. Lo primero según Harari es la salud, la reactivación económica se hace después que se haya controlado la pandemia. La segunda solución que Harari nos da es compartir toda la información con el resto del mundo y tratar de obtener una efectiva cooperación internacional.
La primera solución que Harari recomienda no es posible dado lo poco disciplinados que somos y al tipo de régimen que tenemos. Y la segunda sugerencia tampoco. En esta crisis, la ausencia de la comunidad internacional ha sido absoluta. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas nada hizo y se paralizó con la confrontación de Estados Unidos y China. La Organización Mundial de la Salud, quien se supone debió estar a la cabeza en una crisis de esta naturaleza, perdió el apoyo y los recursos norteamericanos e igualmente nada hizo. Los G, sean 7 o 20, no funcionaron y el presidente Trump los declaró obsoletos. Es decir, que el multilateralismo después de la pandemia ha caído en crisis. El mundo necesita una nueva visión y mejores instituciones a nivel global, pero esto tampoco ocurrirá en el corto plazo.
• ¿Entonces cuál es la solución?
Al final de la historia, la única solución para esta pandemia es encontrar una vacuna. Parece ser que los principales centros científicos a nivel mundial están cerca de poder lanzar al mercado una vacuna. Al presente, unos doce laboratorios son los que están cerca de alcanzar esa meta. Se estima que tres de ellos podrán hacerlo antes de finalizar el presente año. Estos son, CanSino Biologics en China, AstraZeneca – Oxford University en el Reino Unido y Pfizer Pharma en Alemania.
AstraZeneca en conjunto con la universidad de Oxford, es quien lleva la delantera. Por ello el grupo de Embajadores de Latinoamérica en el Reino Unido ha estado activo sobre este tema. Nuestro grupo ha hecho importantes contactos con la universidad de Oxford, donde se han obtenido informaciones que podrían ayudar a nuestros países. Pudimos conocer que la vacuna de la universidad de Oxford tendrá un precio de venta al costo. Este ha sido determinado para cada vacuna en unos 3.25 dólares.
En AstraZeneca – Oxford, piensan que la vacuna podría estar en el mercado en septiembre del presente año. En esta fase, ellos producirán unos 2,200 millones de dosis. Esa cantidad esta ya comprometida de la manera siguiente:
100 millones de dosis para el Reino Unido
– 100 millones de dosis para el Brasil
– 300 millones de dosis para Estados Unidos
– 400 millones de dosis para la Comunidad Europea
– 1000 millones de dosis para la India
– 300 millones de dosis para Covax – Gabi
La suma de esas partidas es la totalidad de la producción que tendrá AstraZeneca – Oxford en esta primera fase. Esto significa que nuestros países solo podrán tener acceso a esta vacuna en una pequeña proporción. Estas serán las provenientes de los 300 millones de dosis que les fueron asignadas a Covax – Gabi, los cuales serán repartidos a nivel mundial. A esta fecha unas 75 naciones han expresado interés en unirse a las facilidades de esta alianza para las vacunas que se le asignaran a Covax – Gabi. En el listado de los 75 países que han hecho compromisos no figura la República Dominicana
El país y las autoridades de salud deben ir tomando decisiones sobre ese asunto. De forma que no ocurra como el caso de los reactivos, cuya adquisición se les hizo difícil a las autoridades de la salud.
• La revista British Vogue, en una reciente edición publicó una foto de una playa dominicana llena de basura y objetos plásticos. Eso causó desagrado en el país y en respuesta a esto usted escribió una carta dirigida a los editores de la revista. Díganos, ¿Cuál ha sido la reacción de British Vogue?
La carta tuvo un buen impacto dentro y fuera del país. Hace unos días tuve una videoconferencia con dos de los editores de la revista British Vogue en Londres. Fue una conversación constructiva donde aclaramos las posiciones. Creo que de este impase saldrán cosas positivas y en cuanto a Vogue, el país se ha ganado un influyente amigo. Fuente:Listindiario