Desde ahí y hasta hoy, la tradición democrática nacional ubicaba siempre al presidente a entregar la banda presidencial y luego escuchar el discurso del nuevo mandatario.
Así sucedió en el 1982, cuando Jacobo Majluta entregó el poder a Salvador Jorge Blanco; lo mismo en el 1986, cuando Jorge le entregó a Joaquín Balaguer; en 1996, Balaguer a Leonel Fernández; en el 2000, Leonel a Hipólito Mejía.
También en el 2004, Hipólito a Leonel Fernández; y en el 2012, de Leonel Fernández a Danilo Medina.
En el caso actual, donde Danilo Medina debería participar de los actos de traspaso de mando a Luis Abinader, se da una situación particular: en el año 2016, cuando Medina le derrotó con un histórico 62% de los votos, el hoy presidente electo nunca reconoció su derrota.
A pesar de esto, la misma noche del 5 de julio pasado, cuando Abinader se alzó con la victoria, el mandatario dominicano le llamó por teléfono para congratularle e invitarle al Palacio Nacional, para coordinar todo el proceso transición de las instituciones.
Desde entonces han coordinado la aprobación de un estado de emergencia por 45 días y han sostenido coordinaciones para enfrentar la crisis del coronavirus en el país. Fuente:Listindiario