Los profesionales de la salud con mayor riesgo de contagio por el coronavirus son los odontólogos, por el contacto directo que tienen con sus pacientes durante la consulta y el proceso de revisión, algo que siembra preocupación entre los que ejercen la carrera.
El uso de aerosol y el rocío del agua que se expande para desinfectar las áreas son dos blancos de contaminación que conllevan a la propagación del Covid-19. Sin embargo, estos comprometidos guerreros de esa área de la medicina dejaron claro su compromiso con la especialidad, y enfrentaron la situación con medidas de bioseguridad más efectivas que garanticen su protección y la de sus pacientes.
Luego de un confinamiento obligatorio reiniciaron sus labores con consultas por citas y bajo las condiciones que exige el protocolo por la pandemia que azota a la humanidad.
El odontólogo Félix Manuel Quéliz Durán explica cómo han tenido que adaptarse a la nueva modalidad de trabajo, la cual requiere técnicas y métodos que conllevan a una variación en el ejercicio de la carrera.
“Ha sido muy difícil, por la forma tan de repente que entró la pandemia. No estábamos preparados para esto, en ningún sentido, pero ya es una realidad con la que debemos aprender a convivir hasta que Dios quiera, razón por la que desde que inicié la consultas puse límites en la cantidad de pacientes y hora para atender”, cuenta el especialista.
Como parte de las medidas de cuidado, antes de entrar al consultorio los pacientes pasan por un proceso de desinfección desde los pies hasta las manos. También se les toma la temperatura, y el uso de mascarillas es imprescindible hasta el momento del chequeo.
Al igual que Quéliz Durán, otros colegas dan testimonio de cómo han sobrevivido a la crisis generada el Covid-19. La doctora Emilia Montero, con asiento laboral en Comendador, Elías Piña, dice que aprender a convivir con la ‘covidianidad’ es un reto difícil pero necesario, ya que por el momento no se tiene otra alternativa.
Preocupación por alto costo
A Montero, además del pánico que le invade por enfrentarse a un enemigo silente, le preocupa que los profesionales de la odontología han tenido que comprar los materiales de insumos y de bioseguridad a un precio por encima de lo normal.
“Como odontóloga me siento impotente ante la situación. Estamos viviendo en medio de una pandemia mundial que no sabemos hasta cuándo va a durar y para colmo también nos enfrentamos al virus del todo caro y sin poder subirle la consulta al paciente por la falta de dinero que existe porque la economía está paralizada”, explica Montero.
Como otros colegas, la doctora Yrina Nicasio guardó parte de la cuarentena sin ofrecer consultas, pero al paso de un mes decidió habilitar su consultorio reforzando todas las medidas de seguridad para no dar paso al contagio.
Luego de preparar el centro con los insumos necesarios para hacer frente al Covid-19, comenzó atendiendo por citas a pacientes con casos de emergencia como fracturas de muela, empaste, ortodoncia y revisión de alambres que molestaban, y así se mantuvo activa bajo los parámetros de distanciamiento físico requeridos por Salud Pública.
“El cambio en cuanto a las medidas de protección ha sido drástico para todas las áreas, sin embargo, para la clase odontológica es menos complicado porque nuestro trabajo requiere de mucho cuidado, y de por sí somos muy celosos con el nivel de protección”, comenta Nicasio.
De interés
Gratitud.
Al pasar balance a la crisis que ha generado la pandemia, los galenos agradecen a Dios por la dicha de poder seguir haciendo su trabajo aunque con una disminución en la cantidad de pacientes.
Sentimiento
compartido.
Los especialistas exhortan a la clase odontológica a conocer más sobre el coronavirus, conocer los mecanismos de prevención del contagio directo y poner en práctica medidas extras que detengan su propagación. Fuente:listindiario