De hablar quedo y trato afectuoso, empática y pronta a la ayuda, a socorrer al otro, Doris Pantaleón se parece en cierta forma a los profesionales de la fuente que cubre desde hace 24 años para el periódico Listín Diario.
Autora de la novela “El destierro, su peor castigo” (2015) junto a su hermana Noris Pantaleón, ha trabajado la noticia, la crónica y el reportaje desde diversas perspectivas, incluido el hoy elogiado periodismo de soluciones. Ha recibido muchos premios y reconocimientos por este trabajo.
En el Día Nacional del Periodista, en medio de una crisis sanitaria que pone a prueba el compromiso periodístico de llevar la información más veraz, acabada y auténtica a la población, Doris nos cuenta algo de su experiencia cubriendo el área de salud y del impacto que, desde la cobertura noticiosa, ha tenido la pandemia del nuevo coronavirus en la sociedad dominicana.
¿Qué tiempo tienes cubriendo el área de salud para la prensa y cuánto llevas ya en el Listín?
Tengo 24 años dando cobertura al área de la salud como fuente periodística asignada, justo el mismo tiempo que tengo laborando en el periódico Listín Diario.
¿Cuál es el tema de salud del que más has escrito?
He abarcado prácticamente todos los temas relacionados a la salud, pero del que más he escrito es sobre el sistema hospitalario nacional, ya que es en él que descansa la atención que reciben los pacientes.
¿Te consideras casi médica de tanto trabajar la fuente?
En realidad no, nunca me he sentido médica, pero sí muchas personas se me acercan buscando orientación cuando tienen algún problema de salud.Mas de 26 mil han sido detenidos por violar toque de queda en RD
Danilo crea Comisión de Veeduría Ciudadana COVID-19 para monitorear compras y contratacione¿No temes contagiarte en los hospitales mientras haces tu trabajo en tiempos, por ejemplo, como este de la COVID-19?
Nunca he sentido ese temor. He cubierto muchas epidemias y tanto en esos momentos como ahora, en tiempos del coronavirus, de la COVID-19, no he tenido miedo a contagios. Claro está, tomo las debidas precauciones y aplico las recomendaciones de prevención que hacen tanto las autoridades como los médicos especialistas en el tema.
¿Cuál ha sido la cobertura más triste que has hecho? ¿Lloraste?
He llorado más de una vez en el ejercicio periodístico de esta área tan sensible. La cobertura más triste que he tenido fue la de un niño de poco más de un año, con cáncer, a quien oí quejarse moviendo su cabeza de un lado a otro en una de las cunas de internamiento del Hospital Infantil Robert Reid Cabral.
En ese entonces, hace ya muchos años, esos pequeños morían con dolor por falta de tratamiento.
Lo que más me impactó fue que justo ocho meses atrás había ido a su casa y le había publicado un reportaje donde su madre clamaba por ayuda para atenderlo.
En ese momento, recién diagnosticado, era un niño hermoso que correteaba de un lugar a otro y cuando lo veía en el hospital lo único que resaltaban eran unos ojos grandes en medio de un cuerpecito gastado. Escribí la historia con lágrimas salpicando la computadora.
Cuando tienes un problema de salud, ¿corres al médico o te automedicas?
Corro al médico. Tengo la suerte -o mala suerte- de que los “remedios” caseros que me dicen, como es muy común en el país, se me olvidan rápidamente y cuando llego a casa ya no me acuerdo cuál fue la “receta” que me dieron.
¿Qué lección como sociedad nos deja la pandemia de la COVID-19?
Que los virus, las bacterias y las enfermedades no discriminan.
Que las enfermedades están a un vuelo o viaje de distancia.
Que la salud es lo más preciado que tenemos y sólo nos acordamos de cuidarla cuando enfermamos o tenemos una amenaza latente como es esta.
Que COVID-19 ha sacado las verdades de los sistemas de salud de las naciones, sin importar cuán ricas o poderosas sean.
Que en vez de invertir en armas y lujos, cada nación debe preocuparse por fortalecer sus sistemas sanitarios.
Que los países están tan lejos y separados, con sus políticas migratorias y económicas, y sin embargo el problema de uno en poco tiempo se convierte en el de todos.
Sobre todo que como ser humano tenemos que autoevaluarnos sobre cómo estamos llevando la vida, arropados por la prisa y los afanes, y olvidando lo importante: la vida, la familia, los amigos, los compañeros de trabajo... En fin, a todos los que vemos diariamente en las calles y ni siquiera saludamos.
¿Qué te ha parecido, a nivel de comunicación, la respuesta de las autoridades ante la pandemia?
En principio muy débil, sin campañas masivas de orientación y con dificultades hasta para los propios periodistas asignados a la fuente de la salud acceder a informaciones oficiales y datos oportunos en el momento que se requerían, lo que dio paso a que se desataran olas de rumores e informaciones falsas.
En las últimas semanas el nivel de comunicación ha mejorado considerablemente, y el establecer una rueda de prensa diaria ofrecida por el ministro de Salud Pública, donde además del informe epidemiológico del comportamiento del coronavirus en el país se responden preguntas, me parece una muy buena estrategia que está dando sus frutos.
¿Qué sientes cuando una persona recibe ayuda y recupera la salud gracias a una publicación tuya?
Una enorme satisfacción y la reconfirmación de que elegí “el mejor oficio del mundo”, como dijera el admirado escritor y Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, ante la 52 Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa.
¿Cuál es el reto más apremiante que tiene la salud pública dominicana?
Hacer un cambio radical, dejar de ser un sistema basado en la curación, como es actualmente, para convertirse en un sistema de prevención.
PERFIL. Doris Pantaleón (Conuco, Salcedo, provincia Hermanas Mirabal) es egresada de la escuela de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Es especializada en Comunicación en Salud.
Desde el 1996 forma parte del equipo de periodistas de Listín Diario, donde cubre las áreas de salud y seguridad social. Ha laborado también en los periódicos El Caribe y El Siglo. Es productora del programa de televisión “2 X 3 en Salud” y consultora en comunicación estratégica, correctora de libros y documentos. Fuente:listindiario