La
reingeniería educativa requiere de la buena voluntad de cada educador, de cada
persona cuyo fin principal es obtener resultados de calidad en la educación.
Cada individuo debe poner de su parte para lograr modernizar la educación, es
cuando cada quien asume sus compromisos con responsabilidad que se logran
cambios positivos, avances significativos y resultados de calidad. Es necesario
que estemos abiertos al cambio, dispuestos a asumir nuevos retos y a garantizar
el desarrollo pleno de los individuos bajo nuestra dependencia.
La
reingeniería en educación nos hace un llamado a los educadores de manera
especial, nos llama a aprovechar todo lo que nuestros estudiantes nos brindan, sea
mucho o poco y utilizar esto como una manera que nos ayude a captar su atención
y por ende tener un encuentro pedagógico que nos abra las puertas para lograr
mejoras significativas en su aprendizaje.
Para
Hammer (1995), reingeniería es “empezar de nuevo”, por lo tanto, reingeniería
en educación es empezar de nuevo, dándole un nuevo sentido a la educación que
involucre un giro a favor de los intereses de los educandos, proporcionándole
la adquisición del conocimiento de modo tal que sea de agrado para ellos.
En
conclusión, podemos afirmar que realizar una reingeniería en educación ayudará
a los docentes a realizar un trabajo más eficiente y valioso, lograr un mayor
entusiasmo de parte de los estudiantes y asegurará la calidad educativa sin
importar el contexto en donde se desarrolle. Realizar una reingeniería en
educación es reformular la educación, dándole un cambio positivo y modernizar
la manera de educar.