El agua es realmente importante, ya que ayuda a que nuestro cuerpo funcione adecuadamente, y puede prevenir dolores de cabeza y deshidratación. No obstante, muchas personas no beben suficiente agua, pero sí refrescos, zumos, café y otras bebidas.
Por ello, la reportera de 'Business Insider' Ashlyn Lillibridge, ha decidido hacer un experimento en su propia piel: no beber nada más que agua en 28 días. Partía con cierta ventaja, ya que nunca había bebido café, té ni bebidas con gas.
"Durante el mes bebí cantidades extremas de agua, aunque eso no estaba incluido en el desafío. Tampoco comí más sano y me mantuve en mis hábitos habituales de comer bocadillos y carbohidratos", confiesa.
Semana 1) Limpia de toxinas
Rehusó cualquier té o café, y ni siquiera puso limón en su botella de agua. "Mucha gente me ofreció sus deliciosos brebajes de agua de frutas, pero rechacé el sabor dulce solo por las cosas puras".
"En el trabajo, llené mi botella de un litro de agua casi cuatro veces al día". En casa también bebía, así que, en total, estaría tomando unos 4,5 litros diarios.
La cantidad recomendada de agua es de ocho vasos por día, lo que equivale a unas dos litros. Pero este número puede cambiar en función del clima, del peso de la persona, la actividad y muchos otros factores.
"Mi consumo de agua fue un poco excesivo y me sentí hinchada, llena, como si estuviera tomando un sorbo de agua cada segundo. La primera semana no solo estaba tratando de beber agua, creo que estaba tratando de limpiar cada toxina que hubiese en mi cuerpo".
Semana 2) Orinaba cada 20 minutos
En la segunda semana mantuvo su consumo de agua, pero cree que debería haber reubicado su oficina al baño. "Tuve que orinar cada 20 minutos. Mis manos comenzaban a resquebrajarse y sangrar por la frecuencia con que las lavaba. Me quedé sin loción en mi escritorio porque estaba tratando de salvar lo que quedaba de mis manos hidratadas".
Lo cierto es que estaba bebiendo una cantidad extrema de agua. "No era parte del desafío, pero sentía que si iba a hacer esto me esforzaría por mantenerme hidratada. Me preguntaba si estaba bebiendo demasiada agua y si estaba dañando mi cuerpo".
Lo cierto es que la sobrehidratación es real y puede conducir a la intoxicación por agua. Esto sucede cuando bebes demasiada agua y tus niveles de sodio se vuelven peligrosamente bajos.
Semana 3) Cambios en la piel y menos hambre
Siempre ha tenido la piel clara. "Sin embargo, noté que cualquier signo de enrojecimiento desapareció de mis mejillas. La única mancha en mi barbilla desapareció. Tal vez yo era un mal ejemplo, pero notaba diferencias", cuenta.
Además, percibió algunos cambios en su estómago: "Sentí como si el agua estuviera ayudando con la hinchazón. La primera semana me hinché una cantidad extrema. Sin embargo, cuando me despertaba todas las mañanas durante la segunda semana del desafío, mi estómago se veía más plano".
Beber tanto hizo que comiese menos, ya que tenía menos hambre. "Puede que no haya cambiado mi dieta en absoluto, pero disminuí el tamaño de mis porciones debido a mi pérdida de apetito".
Semana 4) Echa de menos los batidos
Las cuatro semanas finalizaron con éxito. La protagonista echó de menos los batidos, pero podía haber seguido con el reto.
"Esta prueba de agua no fue nada fácil, definitivamente recomiendo que trates de beber tanta agua como puedas. Cuanto más bebes, más te das cuenta de que no necesitas otras bebidas para sentirse hidratado".
De hecho, después de la semana inicial, se sintió menos hinchada con más energía y con el rostro de porcelana.
Sin embargo, "no estoy seguro de volver a hacer el resto sin un solo batido". Fuente:msn