SANTO DOMINGO. El oncólogo clínico Ángel Garabot Polanco, a quien el Ministerio Público de San Francisco de Macorís refirió el 22 de mayo un paciente con el nombre de Pedro Alejandro Castillo Paniagua (Quirinito), en el Instituto Oncológico del Nordeste, dijo que en ningún momento recomendó en su informe que había que sacarlo de su régimen carcelario, sino que por el tratamiento que llevaba debía mantenerse aislado.
Durante una rueda de prensa, Garabot Polanco explicó que en su informe, emitido el 5 de junio, después de atender el paciente, sugiere que este necesitaba una quimioterapia por las células cancerígenas que padecía y que pudo confirmar durante la consulta.
“No conozco ni sé que pasó después que salió de mi consultorio. No sé qué seguimiento se le dio y no me corresponde a mí como médico tampoco darle seguimiento a una persona privada de libertad. En ningún momento he dicho que a ese paciente había que sacarlo de su régimen carcelario. Yo lo único que he dicho es que por el tipo de tratamiento que lleva no es compatible estar dentro de una celda con más personas”, enfatizó.
En ningún momento –continuó su argumento– yo le he dicho a ellos sáquenlo, tienen que mandarlo a su casa. A él lo que se le ha dicho, no es compatible. Bueno, usted busca una celda donde él pueda estar, pero yo no soy juez. Yo no decido esa parte”, indicó.
Afirmó que una orden provenía de la jueza, que recomendaba al Instituto Oncológico del Nordeste para el chequeo, y otra del procurador de San Francisco de Macorís, Felipe Restituyo Santos, quien fue recientemente suspendido investigado por el caso.
“Hay una orden de la jueza donde se refiere al Oncológico y hay una orden del procurador de San Francisco (Felipe Restituyo Santos) donde el paciente se me dirige específicamente a mí”, dijo.
Expuso que la orden judicial que le enviaron tenía fecha del 22 de mayo y que el paciente que recibió era delgado, que se le notaba una importante pérdida de peso y el que se presentó en compañía de una mujer que se identificó como su esposa, además de un custodio.
“Yo vi la persona que la justicia me mandó, identificada como Pedro Alejandro Castillo Paniagua, ¿ok? Yo no sabía ni el seudónimo que se utiliza para él (Quirinito)”, dijo.
Afirma que en el consultorio también había una médico asistente y una psiquiatra del centro que fue a saludarlo en ese momento, además de una enfermera y que pudo constatar que al paciente tenía “una induración y adenopatía a nivel dos, tres del cuello bilaterales, una lesión en la lengua de aproximadamente de 1.5 o 2 centímetros máximo de lo que se pudo palpar”.
Sostuvo que a la semana de haber sugerido la quimioterapia, se comunicó con el doctor César Augusto Núñez Rojas, quien, según su esposa, es el médico que lo estuvo tratando en Santiago, y que este le comentó que ya el paciente llevaba dos ciclos de quimioterapias.
“Yo decido entonces seguir con la segunda fase del protocolo que es agregar radioterapia”, dijo.
No obstante, explicó que debido a que en San Francisco de Macorís “ni en la región se cuenta con un acelerador lineal” decidió que el paciente debía ser referido al instituto Oncológico del Cibao para que continuara su tratamiento con su médico que ya conocía, el doctor Núñez.
Se recuerda que Pedro Alejandro Castillo fue favorecido con prisión domiciliaria por tres meses por la jueza Aleyda Jiménez Acosta supuestamente porque estaba muy deteriorado por un el cáncer. También, según una certificación del médico legista Orlando Herrera Robles, adscrito al Instituto Nacional de Ciencias Forenses, el sentenciado a veinte años por asesinato falleció, pero recientemente la Procuraduría General informó que está vivo, pero se ignora su paradero. Fuente:diariolibre