"Esta orden no puede cambiar lo que somos. Somos una ciudad de inmigrantes", dijo de Blasio en español durante una rueda de prensa desde el ayuntamiento. "Protegeremos a todo el mundo independientemente de donde venga e independientemente de su estatus migratorio".
Nueva York es una de las consideradas "ciudades santuario" en el país, lo que significa que rehúsan a cooperar con autoridades migratorias para identificar y detener a inmigrantes no autorizados.
El decreto de Trump ordena al nuevo secretario de seguridad nacional, John Kelly, identificar maneras para detener el financiamiento de fondos federales a este tipo de ciudades. Trump firmó la orden junto a otro decreto para construir un muro a lo largo de la frontera con México, generando duras críticas por parte de demócratas y aplausos por parte de republicanos.
Además de prometer la construcción del muro, Trump tildó durante su campaña electoral de "criminales" y "violadores" a los inmigrantes mexicanos, e insistió en la necesidad de renegociar el tratado comercial que su país suscribió con México y Canadá.
De Blasio fue uno de los que expresó decepción el miércoles, al decir que los fondos federales que dejaría de recibir Nueva York son dirigidos en su mayoría a la policía de la ciudad y por lo tanto, la municipalidad sería ahora menos segura. También destacó que la orden ejecutiva tira por los suelos años de grandes avances en la relación entre los inmigrantes y la policía, ya que los primeros confían más en las autoridades debido a la política de santuario. Fuente;elcaribe