A Madrid llegan los efluvios de una negociación que conducirá a
ninguna parte entre Hipólito Mejía y Miguel Vargas Maldonado donde se ha
hablado de todo, desde la candidatura presidencial y vicepresidencial,
que Hatuey De Camps vaya a la presidencia del partido, la distribución
del gabinete y hasta del eventual ministro de las Fuerzas Armadas en un
gobierno perredeísta.
De paso se ha llegado a plantear la
distribución de todas las candidaturas al Congreso y las alcaldías en
las elecciones de 2016, a cambio de que Vargas sea el candidato
presidencial con Carolina Mejía, la hija mayor de Hipólito, como su
compañera de fórmula electoral, y una amnistía al grupo de expulsados
para que retornen con sus mismos rangos al seno del partido.
La
negociación pasa por apoyar el regreso de Hatuey De Camps al PRD para
que asuma la presidencia de la organización, el cargo que tenía en 2003
cuando fue de hecho expulsado por el grupo de Mejía, entonces Presidente
de la República con aspiración de modificar la Constitución para
repostularse, lo que logró finalmente y fue derrotado por Leonel
Fernández como abanderado del PLD.
Han sido negociaciones directas
entre Vargas y Mejía que iniciaron en el almuerzo de hace un mes en la
casa campestre del general retirado Soto Jiménez y que han continuado en
otros dos encuentros “face to face” con mucho distendimiento pero con
Vargas advertido de que se enfrenta a “un almendrón impredecible” capaz
de sacar un alacrán de donde debe salir una paloma.
Desde un
principio sólo ha quedado claro una cosa: Cualquier transacción es
posible sobre la base de que Vargas sea el candidato a la Presidencia. Y
Vargas, por iniciativa propia, ha sugerido a la señora Mejía como
compañera de fórmula.
Es tal vez la única garantía de la
incorporación de Hipólito y toda su gente a una campaña electoral con
posibilidad de llegar al poder.
Se convocaría a la convención en
febrero próximo y Miguel permanecería en la presidencia del partido seis
meses después de firmarse los acuerdos notariados y con diez prestantes
personalidades como testigos.
Medio gobierno y las FFAA
Entre los temas que han tratado Hipólito y Miguel se encuentra la distribución en parte casi iguales del gabinete presidencial, y se incluye también una cuota para el precandidato Luis Abinader.
Entre los temas que han tratado Hipólito y Miguel se encuentra la distribución en parte casi iguales del gabinete presidencial, y se incluye también una cuota para el precandidato Luis Abinader.
Desde
un principio Hipólito aceptó discutir esos temas, y en el caso
particular de su hija Carolina pidió no mencionarla de inmediato para no
dar la impresión de que estaba buscando aprovecharse personalmente de
la situación.
Aunque quedó implícito que Hipólito escogería al
candidato Vicepresidencial, Vargas lo condicionó a que él tendría que
aprobar al nominado, que de antemano quedó sobreentendido sería
Carolina.
Específicamente trataron los siguientes puntos:
-Miguel candidato a la Presidencia;
-Carolina Mejía a la Vicepresidencia;
-Hatuey De Camps a la presidencia del PRD;
-Hipólito nominaría al secretario general;
-El general Carlos Díaz Morfa ministro de las Fuerzas Armadas;
-Hipólito controla al sector agropecuario y nomina a los titulares de los organismos;
-Luis Abinader lidera el sector económico y asume el Banco Central;
-Luis Abinader sugiere a los titulares de tres ministerios;
-Hipólito Mejía sugiere a los titulares de tres ministerios, además de controlar el sector agropecuario.
Todas las posibilidades...
El lema de un banco quebrado hace una década aplica en la negociación que llevan a cabo Hipólito y Miguel. Primero porque es viable cualquier alternativa que no comprometa la candidatura presidencial, y luego porque es casi seguro que las negociaciones terminarán igual que la entidad financiera: ¡Definitivamente quebradas!
El lema de un banco quebrado hace una década aplica en la negociación que llevan a cabo Hipólito y Miguel. Primero porque es viable cualquier alternativa que no comprometa la candidatura presidencial, y luego porque es casi seguro que las negociaciones terminarán igual que la entidad financiera: ¡Definitivamente quebradas!
Comenzando por la
alternativa a la presidencia del partido. Miguel Vargas propone que
Hatuey De Camps lo releve en ese puesto luego de un retorno glamuroso y
la fusión de su pequeño partido, el PRSD, con el PRD.
Pero
Hipólito lo objeta al considerar que la presidencia del PRD debería
recaer en una figura de su absoluta confianza proveniente de su grupo
que podría ser el doctor Enmanuel Esquea Guerrero, que está respaldado,
además, por un poderoso consorcio empresarial que se comprometió con
Mejía en la campaña pasada.
En ese punto las negociaciones se han
trabado porque Vargas sostiene que Esquea es “un enemigo jurado” al que
bajo ninguna circunstancia aceptaría en la presidencia del partido.
Una
fórmula intermedia podría ser que Abinader padre-- el doctor José
Rafael Abinader, perredeísta histórico y padre del precandidato Luis
Abinader-- sea llevado a la presidencia del partido. A Hipólito tampoco
le atrae esa idea. Plantea que en tal caso aceptaría a Luis más que a su
padre.
(+)
UNA ENCERRONA A LA VISTA
Los estrategas de Vargas otean en la distancia que Hipólito Mejía le ha dado un caramelo a Miguel para entretenerlo sobre una negociación que sabe no prosperará porque ni él renunciará a la candidatura presidencial ni apoyaría a Vargas para el puesto.
UNA ENCERRONA A LA VISTA
Los estrategas de Vargas otean en la distancia que Hipólito Mejía le ha dado un caramelo a Miguel para entretenerlo sobre una negociación que sabe no prosperará porque ni él renunciará a la candidatura presidencial ni apoyaría a Vargas para el puesto.
Lo que busca, según esa
apreciación, es evidenciar a Vargas como “un ambicioso” que sólo quiere
la candidatura más que una fórmula de avenencia que procure la unidad
del partido.
Eso explica que a mediados de semana fuera a visitar
a monseñor Agripino Núñez Collado acompañado de los otros tres
expulsados por Vargas del partido, Andrés Bautista, Orlando Jorge y
Geanilda Vásquez.
De paso, y al término del encuentro, motivó a
Monseñor a dar una drástica declaración de reprimenda contra Vargas, a
quien implícitamente acusó de negarse a una mediación de la Iglesia
cuando la verdad es que esa mediación quien la pidió desde un principio
fue el propio Vargas en una visita al cardenal López Rodríguez.
Resulta
inexplicable para los estrategas de Vargas que Mejía “se apareciera
donde Agripino acompañado de los otros dirigentes expulsados” cuando se
creía que las negociaciones habían avanzado bastante en el encuentro que
sostuvieron la víspera en casa del doctor José Joaquín Puello.
“Eso
deja bien claro que el propósito de Mejía es boicotear cualquier
tentativa de acuerdo y presentar a Vargas como el ambicioso que no
es...”, opinó alguien de la cercanía de Vargas que adelantó la rotura
definitiva de las conversaciones unitarias de los dos dirigentes.
Una de las condiciones que había puesto Vargas
para reunirse con Mejía era precisamente que no estaba en juego la
discusión sobre el candidato presidencial, aunque “de ahí para abajo se
puede negociar todo...”
Mejía aceptó esa condición, que le planteó
directamente el general Soto Jiménez para propiciar el primer encuentro
entre ellos en su casa campestre.
La negociación que lleve a
Vargas a la candidatura presidencial en los términos convenidos sería la
única forma en que Mejía retorne al PRD, cuya expulsión ha sido
validada por el Tribunal Superior Electoral mediante sentencia
refrendada también por el Tribunal Constitucional.
Lo único que
parece estar claro en todo esto es que el PRD no podrá unificarse para
plantearle al país una opción de poder con posibilidades a la vuelta de
tres años.
¡Ha sido ése el signo de su historia!
Fuente: Hoy.com.do