Pekín, 29 may (EFE).- La mujer que dio la
alarma acerca de la presencia de un recién nacido en la tubería de
desagüe de un inodoro en una vivienda de la provincia china de Zhejiang
ha reconocido ser la madre de la criatura, publican hoy los medios
locales.
La madre, una mujer soltera de 22 años y cuyo
nombre no se ha dado a conocer, admitió a la Policía dos días después
del rescate que había dado a luz al bebé en secreto en un inodoro del
bloque de viviendas en el que residía.
El padre de la criatura, según explicó, se había
desentendido del embarazo y ella no se sometió a un aborto -algo muy
extendido como método anticonceptivo en China- porque no tenía dinero
para pagarlo.
En cambio, mantuvo la gestación en secreto, vistiendo ropas anchas y ciñiéndose el vientre, explicó.
Según su versión, el pequeño se le escurrió en el parto al salir del vientre y cayó en la tubería.
Tras intentar sacarlo, sin éxito, y temerosa de
que se descubriera que ella era la madre, avisó al casero de la vivienda
sobre la presencia del bebé y éste a su vez alertó a los servicios de
emergencia.
El pequeño pudo ser liberado dos horas más tarde,
después de que fuera trasladado al hospital aún atorado en la sección de
tubería, de apenas diez centímetros de diámetro.
Durante dos horas, los bomberos y los médicos
rompieron el tubo trozo a trozo para finalmente extraer al pequeño, que
sufrió algunos cortes y arañazos en la cara y las extremidades.
El bebé, un niño de 2,8 kilos, ha sido declarado fuera de peligro y se alimenta con normalidad, según las autoridades.
La madre, que ha renunciado a hacerse cargo de la
custodia del pequeño, no afrontará cargos por el suceso, que la Policía
ha decidido tratar como un accidente y no como un hecho delictivo, como
había apuntado inicialmente.
El suceso generó multitud de comentarios en las
principales redes sociales del país, entre ellas, Weibo -el Twitter
chino-, donde los ciudadanos han manifestado su asombro por lo ocurrido y
se han multiplicado las ofertas de ayuda al pequeño.