Fidel Castro está vivo |
Nuevo Herald.-Clavándole una estaca en el corazón a los rumores de que Fidel
Castro estaba muerto o muriéndose, el gobierno cubano publicó el lunes
dos fotos del ex gobernante donde aparecía sosteniendo una copia del
diario Granma del viernes.
Una
columna acompañante firmada con el nombre de Castro dijo que él no había
sufrido ni siquiera “un dolor de cabeza” y que las declaraciones de un
médico venezolano en Naples, Florida, de que sufrió una apoplejía y
estaba moribundo eran “estupideces”.
Algunos cubanos que viven en
el extranjero siguieron sin convencerse, al alegar que la foto podría
haber sido falsificada. Unos cuantos incluso alegaron que los medios de
noticias que reportaron que se vio a Castro vivo el sábado eran parte de
la maquinaria propagandística de La Habana.
Pero las fotos de Castro, de 86 años, encorvado y sosteniendo un
bastón, y la columna debieron haber colocado el punto final a la serie
de rumores durante las tres semanas pasadas de que estaba incapacitado o
había muerto.
“¡Aves de mal agüero! No recuerdo siquiera qué es
un dolor de cabeza. Como constancia de cuán mentirosos son, les obsequio
las fotos que acompañan este artículo”, dijo la columna, firmada con el
nombre de Castro, con fecha del domingo a las 10:12 a.m. e irónicamente
titulada “Fidel Castro está agonizando”.
Las nueve fotos
publicadas en el sitio web estatal Cubadebate lo muestran usando una
camisa a cuadros rojos, pantalones azules y un sombrero de yarey. Dos lo
muestran sosteniendo en su mano la edición del viernes de Granma.
Otras lo muestran inspeccionando plantas mientras que guardias armados
se encuentran en el fondo. Las imágenes se acreditaron a su hijo, Alex
Castro Soto del Valle, un fotógrafo.
La columna agregó que Castro
dejó de escribir sus llamadas “reflexiones” porque “ciertamente no es mi
papel ocupar las páginas de nuestra prensa, consagrada a otras tareas
que requiere el país”. Granma publicó el
lunes la columna y algunas de las fotos, pero la columna no apareció en
la sección de Cubadebate reservada para sus reflexiones.
Castro,
cuyos discursos y columnas fueron famosos en su ocasión por contener
miles de palabras, publicó su última reflexión el 19 de junio —un
comentario indescifrable de 55 palabras sobre religión y ciencia. No
había aparecido en público desde una reunión en marzo con el Papa
Benedicto XVI y un encuentro a principios de abril con una líder
estudiantil chilena.
El revolucionario cubano cedió el poder en el
2006 a su hermano más joven Raúl, después de someterse a una cirugía
por una emergencia intestinal que nunca detalló, pero que posteriormente
describió como que casi lo mata. Raúl Castro lo sucedió oficialmente en
el 2008 como jefe del gobierno cubano.
Durante los seis últimos
años, han surgido regularmente rumores sobre nuevas emergencias de su
salud. Pero la más reciente ola de rumores alcanzó niveles extremos
después que el periodista venezolano Nelson Bocaranda y el Dr. Rafael
Marquina, otro venezolano viviendo en Naples, en la Florida, aseveraron
que Castro estaba muerto o muriéndose.
El ex vicepresidente
venezolano Elías Jaua, quien visita La Habana, dijo el domingo a los
periodistas que él se había reunido el sábado durante cinco horas con un
Castro “muy lúcido” y mostró una foto de ambos que dijo se tomó después
de la reunión. Administradores del Hotel Nacional también reportaron
que Castro visitó el sábado el hotel y habló durante 30 minutos con los
empleados.
La columna de Castro también hizo una breve defensa del
papel de su gobierno durante la Crisis Cubana de los Misiles, de la
cual se cumplen este mes 50 años, al reclamar curiosamente que “Cuba
nada tuvo que ver con el arma nuclear”.
Cuba aceptó armas
soviéticas convencionales a comienzos de la década de 1960, destacó la
columna, “para defendernos de los planes yankis de invadir nuestra
Patria, sometida a una sucia y sangrienta guerra que ese país
capitalista nos impuso desde los primeros meses”.
Pero estuvo de
acuerdo en que el despliegue de los misiles balísticos soviéticos,
armados con cabezas nucleares y con el suficiente alcance para llegar a
la mayor parte de Estados Unidos, en la isla no era para su propia
defensa, sino como una “solidaridad necesaria” con Moscú y el
socialismo, de acuerdo con la columna.
“Cuba no vaciló en acceder a
tal riesgo”, agregó. “Nuestra conducta fue éticamente intachable. Nunca
pediremos excusa a nadie por lo que hicimos. Lo cierto es que ha
transcurrido medio siglo, y aún estamos aquí con la frente en alto”.